viernes, 20 de abril de 2012

EL 'SCROTUM' DE GOLIAT

Según la Biblia la fuerza y valentía de Goliat se la ventiló el saleroso David con una onda. En otras épocas hubieran pensado que la fuerza del gigante residía en su paquete testicular, que en proporción a su tamaño debería de ser al menos como el de dos naranjas guachintonas, más menos. Las de David, un par de cerecillas sandy.
Este despliegue de razonamientos entorno a los tamaños del escroto de un humano y de un gigante  no es la primera vez que se hace, es más, yo lo hago al haber leído las diversas teorías que surgieron tras el descubrimiento de un hueso de dinosaurio en el s.XVII.
Un naturalista inglés, Robert Plot, escribió en 1.677 en torno al descubrimiento de un hueso de grandes dimensiones, el ya dislumbró que era similar a la parte inferior de un femur humano, pero su tamaño era descomunal. La realidad es que pertenecía al femur de un dinosaurio de increibles dimensiones, en aquella época completamente desconocidos para la ciencia. Tras sesudas divagaciones de Plot, que era reverendo, decidió acercarse a la Biblia para sacar conclusiones. Y tales fueron que esos restos que parecían la parte inferior de un fémur no era más que el escroto petrificado de un gigante, seres amparados, si no se realiza interpretación alguna, por la Biblia.
Con ello uno de los primeros y más importantes restos de dinosaurios de la historia recibió durante muchos años el nombre científico de 'Scrotum humanum'. Las diversas teorías en torno a la muestra duró más de un siglo, mientras ello fue así Goliat o algún familiar tuvieron un reconocido lugar en el museo.
Menos mal que no encontraron la trompa de un mamut.



El Goliat español es campeón de lanzamiento de peso.

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