Los jugadores profesionales de ajedrez son gente normal, al uso, lo que les distingue del resto es que le dieron la vuelta al tablero y no se quedaron en La Oca como el resto, además de entrenar no sé como catorce horas al día.
Los cuatro semifinalistas son los siguientes,
Alexei Shirov
Nacionalizado español, gran amante de nuestra cultura, sabe decir "hola" y "hola" en su acepción de "adiós".
Viswanathan Anand
Ajedrecista indio, se dice que tuvo una infancia difícil, huérfanos él y su hermano fueron esclavizados como niños limosneros, el pudo salir de las garras de la delincuencia pero su hermano se convirtió en un cabecilla de la mafia, un concurso de televisión le hizo salir de la pobreza, al poco tiempo también se reencontró con su amor platónico, ex-prostituta a la que se había tirado media Calcuta, quince millones de habitantes.
Vladímir Krámnik
Este ruso que parece griego o portugués es todo humor. Último ganador del "Ficha World Player".
Su comedia favorita, La lista de Schindler.
Magnus Carlsen
Un prodigio, número uno mundial con diecinueve años. Conocido mundialmente como el "Bocachancla del tablero". Esa mandíbula le aporta un atractivo sin igual.
Lleva una vida exactamente igual que la gente de su edad, para ejemplo aporto la conversación que tuvo con su amigo Olaf el fin de samana pasado.
- Hola (en su acepción de "hola") Magnus, hemos comprado unas botellas para ir al Mercadonen, ¿te apuntas?
- ¿Para que?, ¿para que otra vez venga Inga con sus 1.80 metros y sus dieciocho tersos años noruegos a intentar llevarme a un portón?, de eso nada. Tengo entre manos un fascinante libro del franciscano italiano Fray Pedro de Estefanía sobre teoría ajedrecistica en el siglo diecisiete, ¿sabes también sobre que trata?
- Pues no, cuenta por Dios.
- Se aventuró a delimitar la situación física del Edén, y lo situó en la serranía de Cuenca, exactamente en la localidad de Valdecabras. Olaf, ¿tu conoces Valdecabras?
- No Magnus, soy noruego y tengo dieciocho años, yo conozco Kvitfjell, que está aquí al lado,¿sabes?, y no te lo vas a creer pero me están llamando al fonoporta, ya te llamaré, no me llamés tú, ya lo haré yo.
Te entiendo Olaf, yo pongo para la botella, ¿es Passport?
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