Hace tres o cuatro meses y antes de que Romney despuntara otro era el favorito, su nombre Rick Perry. Este señor es el Gobernador de Texas y en un debate junto a otros candidatos argumentó que ante la necesidad de disminuir gastos iba a suprimir tres agencias gubernamentales. Educación, comercio y ....., ni idea de cual era la tercera, ayudado por el presentador del debate se acordó de que era la medioambiental. Pues no, no era la medioambiental. El tejano no se sabía ni su programa. Para pagar sus penas acudió al show de David Letterman a hacer parodia de el mismo. El resumen de dicha actuación es que quedó claro que le sale mucho mejor hacerse el tonto que el listo: ¡CORTADO!
Pero no sólo los yankees tienen candidatos con especial cualificación. Este año también hay elecciones en México y el candidato del PRI es el favorito, su nombre es Enrique Peña Nieto. En Diciembre pasado Peña acudió a una feria del libro en la Guadalajara mejicana. Sin ánimo de realizar ningún dispendio mental cualquiera puede deducir que si acudes a un acto del mundo del libro antes o después te preguntarán por autores o libros. Allí se fue el valiente Peña preparadísimo. Como es normal le acabaron preguntando sobre el mundillo, en concreto que tres libros le habían marcado más. El candidato no supo decir ninguno, nadie esperaba que los hubiera leido pero es que no sabía ni tres nombres. Acabó por decir que su libro de referencia era la Biblia y recordó una novela a la que le otorgó un autor que no era.
Que recurrente es la Biblia para los momentos comprometidos.
- Señor Peña, ¿que le parecen las cartas de Pablo a los corintios?
- Seamos serios, yo no hablo de la correspondencia privada de nadie.
¡Presidente!, ¡presidente!.
Mitt Romney, supernatural.
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