Soy conocedor de infinidad de leyendas urbanas, pero jamás pensé que viviría en mis carnes una de las más terroríficas.
Sábado por la noche, Irene y yo volvíamos de madrugada del pueblo de unos familiares, llovía, hacía frío e íbamos por una oscura carretera comarcal.
- ¿Qué es eso Irene?, ¿es una chica lo de ahí delante?
- Sí, párate que está haciendo autostop, está empapada.
- ¡Y una leche!, en esta zona cuentan muchas historias, esta zagala es ¡la chica de la curva!.
- ¿Qué curva?, para coño.
Y paré, las palabras de Irene son órdenes para mí.
- ¡Muchas gracias!, se me ha roto el coche en un camino de tierra, ¿me podrían acercar a casa?
- ¿A casa?, ¿de donde eres?
- De Lobosillo.
- Ok, nos pilla de camino.
Yo iba aterrado, la chica estaba pálida, no paraba de mirar por el retrovisor porque sabía que de un momento a otro desaparecería. Los minutos se me hacían eternos, las canciones de Miguel Bosé y Carlinhos Brown que ponían en la radio no ayudaban.
- Les tengo que decir una cosa...
Mis esfinteres estaban al borde de la huelga.
- En aquella curva de allí delante lleve cuidado, yo allí tuve un problem.....
- Lo sabía ¡noooooooooo!, Irene era un espíritu, mira tú para atrás que yo no puedo.
- Tontarra, ¿que dices?, la muchacha está aquí escuchándote.
- En esa curva, hay un radar de 50 Km/h, a mi me cascaron una multa de 150€, eso era todo.
- Claro, ¿de donde me has dicho que eras guapa?.
- De Lobosillo.
- Lobosillo, Lobosillo es precioso. ¿Conoces a Tomás Zamora?
Acongojante.......
Una canción de Carlinhos Brown, ¡aaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!
No hay comentarios:
Publicar un comentario