El problema es cuando los pocos que reciben una formación musical de conservatorio ensayan de manera entusiasta en sus casas. A mi me ha tocado uno de estos, justo encima de mi cabecita, el músico toca el piano y es evidente que tiene formación porque lo hace relativamente bien, pero no termina de finalizar de manera correcta las piezas y es muy insistente, por lo que estoy siendo testigo oculto de sus avances y como una y otra vez intenta mejorar con su instrumento.
En otras circunstancias se me habría acabado la paciencia pero a mi lo que me gustaría es tocar al menos la mitad de la mitad de bien que lo hace el chaval por lo que por mi perfecto, admiro su interés e insistencia.
Tócala otra vez Sam.
Richard Clayderman.
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