sábado, 17 de marzo de 2012

STEVIE, NO TE HACEN CASO

Hace años escuché en la radio a un guardia civil contar anécdotas que había vivido en controles de alcoholemía. Eran situaciones absurdas e hilarantes aún entendiendo por otro lado la desfachatez de coger el coche tras haber consumido alcohol. Sólo recuerdo una de esas anécdotas, en ella contaba como tras parar a un conductor descubrieron a simple vista que iba embriagado, le preguntaron si había bebido y con unas palabras que apenas se entendían contestó que no. Amablemente le pidieron que bajara del coche, tras abrirle la puerta el conductor incapaz de desplazarse sobre sus piernas bajó del coche ¡a cuatro patas!. Visto esto el alcoholímetro era un mero trámite para poder cuantificar la burrada.
No sé si a cuatro patas, pero al menos a dos y con dos copas de más mientras conducía también fue pillado el jugador de baloncesto Charlie Bell. Su acto poniendo en peligro al resto de conciudadanos supuso que fuera a ser juzgado en su ciudad natal, Flint. Su abogado había trabajado bien su defensa y creía tener la mejor estrategia para que el acto de Bell recibiera el menor perjuicio posible. Lo que no esperaba era el estado en el que se iba a presentar su defendido, Charlie Bell acudió borracho a su juicio por haber conducido borracho.
"Señoría, le puedo asegurar que mi defendido ni en la noche que da lugar a este juicio ni en el día de hoy ha tomado una copa".
Ni dos, ni tres....



Stevie, yo contigo no me subo aunque te tomes sólo una Mirinda.

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