lunes, 22 de noviembre de 2010

HOOLIGAN vs AFICIONADO CAÑI

El fútbol es universal, en cambio los aficionados y las maneras de vivirlo son distintas.
Los creadores fueron los británicos, los actuales campeones los españoles, se hace imprescindible un estudio que compare a los aficionados de estas dos sociedades.
- El aficionado británico que conozco se llama Jimmy, es treintañero, soltero, delgado y con un tupido cabello pelirrojo. El español se llama Juan, treintañero, casado, con sobrepeso y una tupida calva de piel, moreno por los laditos y detrás
- Jimmy va a ver los partidos con sus amigos Henry y Frank. Juan va a verlos con su mujer María y su hija de seis años María. María está embarazada de seis meses, será niño y ya tienen decidido el nombre, Juan.
- Jimmy lleva la camiseta marca Umbro de su equipo, ha elegido el nombre de su jugador favorito, Johnson. Juan también lleva la camiseta de su equipo, de hace un par de temporadas, marca Rasán, como no le convencía ningún jugador ha puesto otro nombre, Juan.
- Jimmy viaja con su equipo cuando juega fuera, si es en competiciones europeas se pone calentito con las tarifas especiales que les hacen a los hooligans en paises como España e Italia, quince euros la caña. Juan viaja con el equipo cuando puede, estudia más los desplazamientos, por desplazarse a 600 Kms su peña organiza el viaje ida y vuelta el mismo día por 15€, entrada incluída. Y se pone calentito con la bota de vino tres zetas que acoge bajo su axila.
- Jimmy al igual que el resto de los aficionados británicos respetan la labor arbitral. Juan es más estudioso y analiza los arboles genealógicos de los árbitros, casi todos los partidos llega a la conclusión que la madre del colegiado ha cotizado toda su vida en un lupanar.
¡Pííííííííííííí!, final del partido.



Que ese balón no deje de entrar nunca.

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