La segunda vez me preocupé más, la mancha que se reflejaba en el cojín me recordaba a mi primo Norberto, que nos había dejado años atras.
Fue increible como fueron apareciendo diversas manchas en el cojín del sofá que usaba como almohada para dormir la siesta, cuanto más copiosa había sido la comida más impactante era la mancha en el cojín tras dormir la siesta, no le encontraba explicación alguna. Lavaba la funda del cojín pero tras varias siestas volvia a estar plagado de manchas, una me recordaba a un Citroen AX que tuve hace mucho tiempo.
Cuando en Verano me fui a la playa el fenómeno me acompañó, el cojín con el que dormía la siesta siguiendo atentamente el Tour de Francia se iba plagando de manchas conforme avanzaba la época estival.
De lo que me di cuenta es que cuando no dormía la siesta no salía mancha alguna, pero no lo veo para nada concluyente.
Iker, Amorós, Vazquez, echarme un cable.
El Citroen AX, carne de perro.
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