LA BUENA, EL FEO Y EL AVISPORRO

En un lugar de La Manga, sin Conchita Velasco, volvíamos Irene y yo de un refrescante baño con nuestras silletas de jubileta....
- ¡Carloooooooos, un avisporrooooooooooooo!
- ¿Un avisporro?, ¿es que no te sabes un mísero nombre de insecto?, ¡coñooooooo, que viene a por mi!
Desconozco si el susodicho insecto era avisporro, abejorro o avispa con clembuterol pero era tremendo, parecía un helicoptero Apache pero sin misiles. Mi única arma de defensa era la silleta, por cierto muy cómoda para leer mi As mientras tomo una latita de cerveza.
- ¡Toma!, ¡toma mamón!, mira mira, mira como se aleja. Leches, que vuelve. ¡Toma más!, ¡mamón!...
En esta parte de la secuencia Irene ya no se encontraba junto a mi, si la hubieran cronometrado hubiera batido el record de los cien metros lisos de mujeres embarazadas con abandono de marido incluido.
Tras mi último golpe el pobre y gran insecto yacía aturdido en el suelo, no sé si moribundo o simplemente recobraba fuerzas, ante esta posibilidad la crueldad me invadió y procedí a su ejecución con un certero y crujiente pisotón.
'Greenpeace' no me lo tengáis en cuenta.



Maya ya sabes lo que hay, a mi ni te acerques.