Niño de la posguerra, pasó hambre hasta decir basta. Sus padres lo pusieron a trabajar al año y medio, nunca fue al colegio pero más le enseñó la vida. A los cinco años ya sabía que el quería ser figura del toreo, y vaya si lo consiguió. Esta es su trayectoria:
- A los ocho años le pegó sus primeros pases a un novillo. Se cayo por una pedriza abajo, es lo que tiene torear de noche.
- A los dieciocho años debutó de novillero, corto dos orejas y rabo. Esa temporada mató treinta novillos más, si hubiera hecho falta hubiera matado un león a mordiscos, el valor le salía por los poros de la piel.
- A los veinte años tuvo su alternativa como matador de toros, cortó dos orejas y rabo, si hubiera hecho falta hubiera matado un tigre a pelliscos, el valor le tenía miedo a él.
- A los veinticuatro años, tras varias temporadas exitosas, se retiró. Doce cornadas ya se marcaban en su cuerpo. En una entrevista al diario 'Pueblo' acometió con tremenda sapiencia, casi filosofía, el tema de las cornadas.
- Maestro, más de una decena de cogidas en su carrera, pero más cornada da la vida.
-¿Más cornadas da la vida?, ¡y un pijo!. A ti la universidad no te ha enseñao ná.
- A los veintiocho años volvió a los ruedos. Su apoderado de toda la vida le había engañado y estaba en la ruina. Todavía quedaba 'Paquete' para rato, y valor para torear de cerca y con temple.
- Treinta y dos años le contemplaban cuando se retiró nuevamente, cuatro temporadas buenas demostraron su arte y buen hacer.
- A los cuarenta años volvió 'Paquete' a los ruedos, el negocio de las gasolineras no le salió tan bien como le habían prometido. Cuarenta años, la madurez del torero, las cosas se ven mejor a un metrito del morlaco, eso los chavales jóvenes no lo saben.
- Tras cinco temporadas reptando por los ruedos de España nuestro amigo decide retirarse. No le han aceptado el uso de la espada telescópica para matar a tres metros de distancia.
En esta ocasión invirtió en ladrillo cuando había que hacerlo y hoy vive de los arriendos de decenas de casas en la mismísima Castellana.
Desde el campo, en su finca 'La paquetina' el gran 'Paquete' recuerda sus éxitos y logros con tranquilidad y agradece a la vida todos los días que sus inquilinos le paguen a final de mes porque a estas alturas eso de ponerse delante de un toro ¡es una locura!.
Muleta y estoque. ¡Óle 'Paquete'!
Plas plas plas
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