En el Hospital Universitario Santa Úrsula de Bolonia dicen que cada par de años se aparece una enfermera en horario laboral. Va con su bata, sus zuecos y su tarjeta acreditativa. Aquellos que la ven dudan de su visión y no lo comentan a los demás para que no los tomen por locuelos.
Dicen que una vez la enfermera fantasma se acercó a un paciente y le colocó una sonda, no hay testimonios que acrediten esta historia. Otra más aterradora dice que una vez se la vió acudiendo una hora antes del comienzo de su jornada y finalizar una hora después de la finalización de la misma, dos terroríficas horas extras.
¿Os habéis asustado?, ¿verdad que es una historia pelopúntica?. Pues nada de fantasmal hay en ella, hay una enefermera italiana llamada Silvia S. que en los últimos nueve años ha ido a trabajar seis días. Sale una media de un día de trabajo cada 547 días. Pero en todo ese tiempo no ha dejado de cobrar ni nadie ha denunciado su situación, se ha inventado enfermedades, gestaciones, partos en el extranjero, de todo un poco hasta que algún jerifalte se dió cuenta de la situación en Junio pasado y la despidieron. Ahora está acusada de fraude y puede acabar entre rejas. El día del juicio no acudirá alegando que está trabajando.
¡Mamma Mía!
"Uy, que mal me encuentro, otro día que no puedo ir a trabajar"
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