La situación de 'Nueva Rumasa' es crítica y el banco cántabro parece ser que es el principal acreedor de las empresas de este grupo. En las cartas se aprecia como va degenerando la relación entre la popular familia y el banco, algunas de ellas son directas del patriarca Jose Maria a Emilio Botín, en las primeras los piropos exagerados son continuos, sin embargo la frialdad y la sequedad se va apoderando de las últimas donde el grifo crediticio ya no da ni gota.
Pero lo que me ha llamado la atención son las numerosas referencias religiosas que hay en las cartas, la confianza de que algo divino les va ayudar, una sorprendente fe en un porvenir auspiciado por la divinidad para la resolución de sus negocios. Porque todo esto va de negocios, y porque si uno se puede encomendar a Dios porque está en paro en una situación dura para simplemente vivir por qué no se va encomendar a él para que te ayuden con tus decenas de empresas.
Al parecer debe de haber Dios para todos, para cada uno en su justa medida, a los humildes les ayudará un poquito y a los ricos más porque necesitan más, es evidente.
Voy a buscar el 'diosómetro' a ver cuanta parte de Dios me toca.
A mi este Superman cañí me gustaba más que el americano.
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