Y en base a una interpretación facilona me voy a forrar haciendo cartelitos de 'Sí a la guerra', voy a vender millones. El análisis es que si estos señoretes indican que están en contra de la guerra debe de ser que el resto de españoles estamos a favor de las guerras, la destrucción y la muerte en general.
Y como no es así me imagino que los carteles son debidos a que no están de acuerdo con la intervención en Libia, que no es más que una guerra en toda regla aunque el Gobierno diga que no, que es una intervención en base una resolución de la ONU, no una guerra, ¡tururú!
Estoy seguro que estos diputado veían con ilusión las revoluciones de Túnez y Egipto donde el pueblo defendía sus libertades en contra de sus corruptos gobernantes. En Libia la situación era parecida con la salvedad de que los libios han sido recibidos a cañonazos. ¿Y como se actúa con dictadores como Gadafi u otros lideres genocidas y asesinos?
Los partidos mayoritarios no están a favor de la guerra, nadie con dos dedos de frente está a favor de una guerra. El pueblo en su gran mayoría lo que está es a favor de la toma de decisiones serias, justas y comprometidas. Aunque la solución sea la guerra, porque hay guerras justas y necesarias, para empezar las basadas en la legítima defensa.
Esta gente tiene un discurso apolillado y trasnochado. Muchos problemas y pocas soluciones, mucha fachada y poco fondo.
Gasparín, tú que apoyas el reciclaje, aplícate el cuento.
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