EL CARRITO DEL HELAO DE ARGAMASILLA

Harry Houdini, el escapista e ilusionista más famoso de la historia, sin contar al Magic Andreu, vivió en los últimos años de su vida una cruzada contra los espiritistas y amantes de lo paranormal que abundaban en los Estados Unidos en los años veinte.
Esta ojeriza se debe a una mala esperiencia que tuvo con una medium. Houdini ansiaba ponerse en contacto con su madre muerta y una profesional de la comunicación interdimensional le aseguró que a través de ella podría hacerlo. El desengaño fue tremendo cuando al parecer su madre le habló a través de la vidente con un perfecto inglés bostoniano, el mago indignado mando a paseo a la 'walkie talkie woman' puesto que su madre sólo hablaba un idioma mezcla de alemán, húngaro y yidis.
Y al igual que en lo chistes cuando peor estaba la cosa apareció un español, su nombre Joaquín María Argamasilla. Este era un jovén que alcanzó cierta fama en América porque era capaz de ver a través de la materia, ya fueran metales,madera, etc. Sus dos principales trucos era ver la hora de un reloj oculto en un bolsillo y leer mensajes escritos en papel y guardados en cajitas. Evidentemente el material lo ponía Argamasilla, era un chico muy atento. Tras retar al español no tardó Houdini en descubrir el truco de su visión  de rayos X, basado en el material manipulado y en una ágil destreza con las manos.
Como buen español Argamasilla no reconoció nada, pero se retiró porque inexplicablemente sus poderes habían desaparecido. Treinta años más tarde Argamasilla llegaría a ser en España Director General de Cinematografía y Teatro.
Es evidente que tenía madera de político.




En uno de sus espectáculos a Houdini le daban un hachazo en la cabeza. Aquí la muestra.